jueves, 23 de junio de 2011

Primeros Misioneros en América Latina


El descubrimiento de América[1] en 1492 por Cristóbal Colón fue uno de los hechos más importantes de la historia europea y condicionó la evolución política, social y económica de los siglos siguientes.

El segundo viaje expedicionario, partió de Cádiz el 24 de septiembre de 1493, llegando a tierras americanas los primeros días de noviembre. En este viaje iba el primer vicario pontificio para las Indias, fray Bernardo Boyl, representante papal y encargado de la evangelización, regresando a España en diciembre de 1494 ante la dificultad que representaba el no poder entenderse con los indígenas. Dentro de este viaje además iba Ramón Pané, que fue el primer misionero que inició un contacto evangelizador con los indígenas. Éste había entregado a Colón unos apuntes, conocidos por el título de Relación acerca de las antigüedades de los indios. Pero al buscar el texto original, sólo ha podido hallarse una defectuosa traducción al italiano, inserta en un libro del cual hasta se puso en duda su autenticidad. 

Se nos cuenta que, “Ramón Pané, Primero fue a vivir en la provincia de Macorís, habitada por los ciguayos, un grupo de indígenas que no hablaban la lengua general. Al cabo de unos meses, percatándose de que debía de realizar sus pesquisas entre los que hablaban la lengua predominante de la isla - los tainos-  en la primavera de 1495 pasó al cacicazgo de Guarionex. Con Guarionex y sus súbditos convivió unos cuatro años, tiempo que le permitió aprenderlo suficiente del idioma de sus informantes para llevar a cabo la tarea que se le había encomendado. Hacia 1498 entregó a Colón el cuadernillo en el que había ido vertiendo a español lo esencial de los relatos míticos que había escuchado en la lengua aborigen. Colón, o algún emisario suyo, llevó el cuadernillo a Sevilla. Allí lo leyó Pedro Mártir de Anglería. Impulsado por la novedad de las noticias, presurosamente trasmitió lo que más le interesó en una carta en latín dirigida al cardenal Ludovico de Aragón, carta que se publicó en la primera de sus De Orbe Novo Decades. En Sevilla también manejó el manuscrito fray Bartolomé de Las Casas. En su afán de acopiar cuanta noticia pudiera servirle en la noble tarea de defender la dignidad del indio, compendió lo que halló útil para sus fines. Esos apuntes pasaron luego a formar parte, junto con algunos comentarios suyos, de tres capítulos de su Apologética historia de las Indias”[2].


[1] La expresión Descubrimiento de América se usa habitualmente para referirse a la llegada a América de un grupo expedicionario español que, representando a los Reyes Católicos, partió desde el Puerto de Palos de la Frontera, comandado por Cristóbal Colón, y llegó el viernes 12 de octubre de 1492 a una isla llamada Guanahani. Los viajes de los portugueses a India siguiendo la costa Africana significaron un estímulo para otros navegantes europeos que creían que era posible llegar a las regiones del Asia oriental navegando hacia el oeste. Cristóbal Colón fue partidario de esta hipótesis. Apoyado por la monarquía española, organizó un viaje de exploración que lo condujo a la costa americana en 1492. Cristóbal Colón creía que había llegado al continente asiático, denominado por los europeos Indias y murió sin saber que había llegado a un continente desconocido por los europeos.
[2] Juan José Arrom. Fray Ramón Pané, Descubridor del Hombre Americano, p. 338.

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